
Nombre del producto: Resistencias de Carburo de Silicio (SiC)
Tipo: Elemento calefactor eléctrico no metálico
Temperatura máxima de trabajo: Hasta 1450 °C en atmósfera oxidante
Vida útil continua: Hasta 2000 horas
Las resistencias de carburo de silicio (SiC) son elementos calefactores no metálicos fabricados con carburo de silicio hexagonal de alta pureza mediante siliconación, recristalización y sinterización a 2200 °C. Destacan por su alta resistencia a la oxidación, excelente rendimiento térmico, larga vida útil, resistencia a la corrosión y estabilidad en altas temperaturas.
Ideales para hornos industriales, estas resistencias permiten un calentamiento eficiente y estable incluso en aplicaciones exigentes, superando en durabilidad y desempeño a los elementos calefactores metálicos tradicionales. Su diseño asegura mínima deformación térmica, fácil instalación y mantenimiento.
1. Textura: Dura y quebradiza, resistente al frío y al calor
2. Densidad: 3,2 g/cm³
3. Dureza Mohs: 9.5
4. Calor específico: 0,17 kcal/kg·°C
5. Conductividad térmica: 20 kcal/m·h·°C
6. Coeficiente de expansión lineal: 5 × 10⁻⁶ (m/°C)
7. Estabilidad química: Alta resistencia a ácidos y buena tolerancia térmica
8. Comportamiento ante oxidación: Formación de SiO₂, envejecimiento progresivo del material
Las resistencias SiC se utilizan ampliamente en:
1. Hornos eléctricos de alta temperatura
2. Cerámica y porcelana
3. Metalurgia y metalurgia en polvo
4. Materiales magnéticos
5. Fabricación de vidrio
6. Industria química y maquinaria
7. Equipos de calentamiento industrial en general
1. Avanzada tecnología de producción de extremo frío
2. Mejor relación entre resistencia en extremos frío-caliente
3. Ahorro energético y mayor estabilidad térmica
4. Capa protectora antioxidante para reducir el envejecimiento
5. Menor riesgo de daños por sobrecalentamiento
6. Excelente comportamiento en ciclos prolongados a alta temperatura
La vida útil de las resistencias SiC se define por el tiempo que tarda su valor de resistencia en incrementarse hasta 4 veces su valor inicial.
Una fabricación de calidad y un uso adecuado prolongan significativamente la durabilidad del elemento. El mal uso o una calidad inferior acortan la vida útil provocando deformación, rotura o pérdida de capacidad de calentamiento.